Escribir

DSC_3558-01La verdad es que me gustaría saber si el hecho de no escribir es bueno o malo. Por una parte no escribo cuando tengo la cabeza despejada, cuando no tengo motivos por los que rallarme mi ya rallada cabeza, sin embargo, esto me da miedo. Uno nunca tiene la cabeza en blanco, siempre tiene algo que regurgita y masca. Y, si en verdad siempre se piensa en algo, y escribo cuando pienso, ¿porqué hay temporadas en las que no escribo?

Ese es el punto que en verdad me asusta. Por que no pienso en nada en concreto si no en tantas cosas al mismo tiempo que sería capaz de volverme loco en el momento menos pensado. Pienso sin acabar ningún planteamiento, razono sin esperar a llegar al final y ante todo, no escupo aquellas cosas que me reconcomen poco a poco, como gusanos en una manzana. Navego sin rumbo en un mar sin horizonte cegado por mi mismo, por mi falsa falacia de realidad. En mi mundo yupi vamos.

O quizás no, que en realidad lo que más me convenga sea justamente eso. No pensar en nada en concreto, dejar a mi mente regurgitar a gusto sin preocuparme. Dejar de escribir como forma de extirpación de parásitos si no ver a esos gusanos como simbiontes, encargados de digerir por mi mis vivencias. Crearme mi propio mundo y vivir en él poniendo una frontera con fuerte aduana. Sonreír, disfrutar. Vivir.


Publicado

en

por

Etiquetas: